Éstas fechas son fechas de muchas cosas: unas divertidas, otras un muermo, algunas muy pesadas y casi todas muy gastosas.
Y aunque todo tenga un halo muy festivo, muy jovial, muy lerele y muy de zambomba, también hay que ponerse serios. Y esto por qué? Por lo niños, que son los auténticos protagonistas de estos días, que los disfrutan con toda la intensidad del mundo, sonríen desde el corazón y viven con toda la inocencia y el nerviosismo la noche del 5 de enero.
Y por desgracia, en este 2014, podrían ser muchos los enanitos sin una de esas sonrisas que iluminan bastante más que el árbol de Navidad de la Puerta del Sol.