Sí, no falto a mi palabra de Facebook. Es que mantecado y saludable pueden ir en la misma frase. Es más, pueden ir en el mismo menú! Si ya somos amigos en redes (y si no, empezamos ahora mismo aquí, aquí, aquí o aquí) sabrás que no salgo de un sarao cuando me meto en otro, y que después de los mercados de Lacaravana y Pandora Infinita, cambio de tablao y estaré colaborando en el curso de cocina saludable de Cocinando el cambio el próximo día 27 (más info aquí).

Porque saben ustedes, por cada una de las veces que les ha tocado ser anfitriones, que la cocina es el mejor estudio creativo. Y si lo que cocinamos es sano, sabroso y nos deja el cuerpo ligero para echarnos unos bailes, no se pué pedí más!

Bueno, que yo he venido aquí a liberarles de tensiones, de agobios y sobre todo, sobre todo, de digestiones pesadas, remordimientos y días de pollo y piña en la cuesta de enero (que para ser cuesta, no rebaja kilos, oye). Os he preparado un menú alternativo, que podréis unir al convencional, sustituirlo o aprovechar para prepararlo en los días de descanso entre las grandes comilonas.

Os aseguro que son platos sencillos, sabrosos, vistosos y rápidos! No me digas que no es un sueño! Así que hala, no tengas miedo, que no son “cosas raras de esas mías” (indirecta para mi madre y amigos). Lo vas a disfrutar, eso te lo aseguro:

(Todas las recetas son originarias del blog Cocinando el cambio. Lucía es esa amorosa cocinera de lo sano que nos guiará por la buena vida en el curso)

Para empezar, los entrantes, claro está. Esos platos que nos pillan con todo el hambre y que arrancan los primeros “uhmm”. Te propongo:

- Ensalada de lombarda: Pocos y comunes ingredientes (no te asustes por el gomasio, es sólo sésamo molido y sal) y así de vistosa:

– Hummus de remolacha: sí, el color ha sido determinante. Comer rosa! Y sin colorantes! Además estas dos elecciones son muy frescas y muy digestivas. Yo antes me ponía de entremeses… que cuando llegaba el primer plato estaba con el cinturón desabrochado!

– Queso de tomates secos: sí, señores. No se renuncia a un buen queso ni en este “mundillo”. Eso sí, el mismo sabor no es, pero menuda sorpresa te llevarás! Ñam, ñam!

Y pasamos a los platos principales. Los entrantes además de matar el hambre, matan la espera… Porque detrás llegan las estrellas del menú! Aquí mostramos nuestras mejores cartas y la mesa rebosa platos.

-Ñoquis sin gluten: todo lo que tenga aires a cocina italiana es un éxito seguro. Con la contundencia de un primer plato festivo, pero mucho más “amistoso” con nuestro cuerpo.

– Croquetas de arroz y garbanzo: al plato típico tampoco renunciamos! Y aunque no sea lo más liviano, esta versión es mucho más agradecida con la digestión. Además, unas croquetitas para compartir es gloria bendita!

 

-Tortilla de calabacín sin huevo: esto os puede parecer un atentado! Pero ay madre, qué sorpresa os vais a llevar! La primera vez que me la llevé a la boca, al igual que Lucía, me emocioné tanto que ni con los huevos rotos (mi plato favorito antaño). Además, no negareis que esta versión es mucho más gourmet!

 

Y hasta el pan, señoras cocineras y señores cocineros (que algunos hay) de Nochebuena, pueden ustedes hacer y quedar, absolutamente, como reyes del mambo esta Navidad. He elegido estos crackers perfectos para el hummus y el queso de untar:

-Crackers deshidratados: podéis hacerlos en el horno, con la temperatura lo más baja que os permita. Si has probado un pan con semillas, te puedes imaginar cómo va a estar esto…

Y llega la parte más dulce, la guinda del menú… los postres! Ya le dije a Lucía que si en la comida saludable no entraba lo dulce y chocolateado, yo no me quedaba. Pero qué va! Si ahora los como siempre que me apetecen, sin malestar y sin kilos de más! Te enseño mis favoritos:

-Tarta de chocolate: rica, rápida y rebosante de chocolate. Una delicia que después repetirás para cualquier ocasión.

-Trufas: son de otro mundo. Cambia el fruto seco a tu antojo, estarán deliciosas siempre. (Yo me pego unos vicios que desde luego muy sanos no tienen que ser. Una no es de piedra…)

Y para que veas que lo te decía es cierto, ¡mira esta receta de mantecados!

(Si te ha sorprendido que comer “sano” pueda ser tan sabroso y variado y crees que puede interesarte aprender más cosas para aplicarlas a tu rutina, habla con Lucía en el correo para que te reserve plaza. Esto de zampar bien es la bomba!)

Tenemos el menú, que ya es bastante. Pero no lo es todo. Porque en una mesa bien decorada se come mejor! Deja este año la mantelería fina en el cajón, que luego es muy difícil sacarle esas manchas amarillas y vete a por nuestros salvamanteles. Son individuales, están fabricados en papel kraft reciclado y vienen en pack de 10!

Y ahora sí, estamos listos para celebrar! Recuerda enviar las felicitaciones antes de sentarte a la mesa. Que luego nos ponemos pesaítos con el “guasap” y no nos damos cuenta de lo especial que es tener reunida a la familia. Si no tienes nada medio decente que enviar, don’t worry, diseñé esta con esa misión (sólo descargar y bombardear vía mensajes).

Antes de irme quiero hacer hincapié en esto: comáis lo que comáis hacedlo a gusto, saboreando no sólo la comida sino el momento, sonriendo, agradeciendo… Haced todo lo posible porque sean momentos felices.

¡Mis mejores deseos para vosotros y los vuestros!