Aprovechando que nuestra colección de bolsos-tote donde poder llevarte la casa al hombro aumentó ayer, he pensado en “filosofar” un poco acerca de la dificultad para “hacer el equipaje”. Sí, creo que tengo la suficiente información como para que salga de aquí la MALETA PERFECTA (grito de terror)! Estoy cerca de demostrar que semejante cosa existe, que no viene del inframundo y que puede dejar de ser una forma de auto-tortura.
Voy a intentar usar ejemplos personales (tengo poca experiencia como Willy Fog, no os vayáis a pensar) que aunque esto demuestre que soy tan paleta como Paco Martínez Soria en “La ciudad no es para mi”, es mucho más ilustrativo. Dónde va a parar!
Para comenzar a resolver el misterio hay dos cuestiones fundamentales que son a dónde vamos y cómo llegamos hasta allí:
- A dónde vamos: es muy importante conocer el clima de nuestro destino y además mirar y revisar las temperaturas. Cambian rápido y de paso te destrozan los planes y la maleta.
Yo por ejemplo, me fui a Londres con ropa de primavera porque aquí era un marzo templado. Y así dejaba espacio para “todo lo que iba a comprar”. No he pasado más frío en mi vida! Menos mal que mi amorcete es más Willy Fog que yo y el hizo una maleta de “marzo-en-Inglaterra”. Acabé usando toda su ropa y hasta dormía con abrigo!
Por cierto! Importante saber qué vamos a hacer allí, cuáles son los planes. Así sabrás si la ropa “formal y elegante” hace falta o no. Los “por si acaso” juegan malas pasadas.
(Me encantan las fotografías sobre equipajes como ésta, de thefreshexchangeblog)
- Compañía low-cost: vinieron para hacer más amplio nuestro conocimiento del mundo y más escaso el equipaje. Pero a ver, es lo que hay, céntrate. No escojas una montaña de ropa que sabes que no entra, por mucha cara triste que le pongas.
Te recomiendo el equipaje “kleenex” siempre que el plan lo permita. No es exactamente “usar y tirar”, es más bien aprovechar esas prendas que tienes abandonadas en casa y que no importan si no vuelven porque ya tienen mucho tiempo, porque no te gustan tanto, porque has comprado otras parecidas y más actuales… Yo lo he utilizado para viajes largos a la playa: pantalones y faldas, camisetas de algodón, alguna zapatilla para “turistear”, sandalias playero-piscineras y hasta los biquinis que ya empezaban a deteriorarse. Muchas de esas prendas no hicieron el viaje de regreso! Busca en tu armario, seguro que hay prendas que te sirven para este tipo de equipajes. Así aligeras en tu cuarto y en tu bolso de viaje!
Teniendo clara estas cuestiones básicas, ya puedes ir pensando en los looks más polivalentes, en unificar bolsos y zapatos (no lleves un conjunto para los negros, otros para los verde, dos para los camel…), en los complementos, las cremas… Para todo esto tengo unos trucazos que son la leche! Bueno, yo los he encontrado, los tiene realmente Huffington Post aquí.
Este de las cremas en pajitas me ha gustado especialmente! Y en este blog he encontrado un equipaje súper currado para dos semanas! Esto se acerca, y mucho, a la perfecta maleta:
Con esta información de gente que se ha preocupado antes que nosotros por mejorar el “packaging” de su ropa ya tenemos suficiente información como para poder viajar a cualquier sitio y no tener que invertir el prepuesto en comprar la ropa que no llevamos o en pagar el exceso de equipaje. Pero aun hay algunos aspectos más para que esa maleta sea LA-MALETA-PERFECTA:
(la premisa es que todo, absolutamente todo lo que coloques en la maleta, vaya colocado en modo “tetris”)
-Los zapatos, en bolsas para no ensuciar, al fondo de la maleta junto con las cosas que más pesen como bolsos o neceser. Rellena los huecos con cinturones, pañuelos y demás complementos pequeños que sirvan para aprovechar cualquier centímetro.
-Enrolla, no dobles. Esto es guay, que doblar es una faena! Se supone que así ocupan menos, aunque yo tengo mis dudas. Eso sí, si la prenda es muy delicada como cashmere o gasas, mejor doblar y colocar lo más arriba posible de la maleta.
Añado aquí dos trucos súper pro de una personal shopper como Carmen Bargavilla: “Si alguna de las prendas llega arrugada debes colgarla de una percha en el baño y abrir el grifo de agua caliente. Con el vapor desaparecerán todas las arrugas. Eso sí, no siempre conseguimos el efecto esperado. Un consejo más eficaz es colocar papel de cebolla cada vez que doblamos una prenda delicada. Así conseguiremos que amortigüe el golpe de la arruga”
Y hasta aquí, por dios! Que me estoy angustiando solo de pensar en hacer maletas… Si ayer fue la última vez que deshice dos!!
Si me encuentro a alguien que haya aplicado todo esto a su equipaje, rompo en aplausos! Porque una maleta puede hacer de un viaje una experiencia estupenda o todo lo contrario, pero la verdad-verdadera es que “Una maleta se tarda en hacer… el tiempo que tengas para hacer una maleta” como dice el gran Piedrahita, que ha dedicado multitud de chistes a este “trauma” humano.
Feliz miércoles!
la PIPOL.