Alrededor de las 6 de la mañana de hace 25 años estaban llegando al mundo mis 3 kilos, 800 gramos. Verano del 89. Llegué con bolso de playa.
Tranquila, tragona y con carácter. Algunas cosas no cambian. Nunca hice grandes trastadas más allá de la alianza de mi madre camino abajo por la taza del váter. Pero siempre tenía un “¿y por qué?” en la boca con el que calentarle la cabeza a alguien. Ah, pues resulta que esto tampoco ha cambiado…
Aviso desde ya que este post va de mí. Totalmente. Va a ser como un “selfie” por escrito. Que yo creo que ya es hora de dar la cara (sí, habrá fotos) y sacarse un poquito el corazón.
En esta vida, a mi me importan mucho dos cosas: el tiempo y los amigos. Por eso cada cumpleaños es tan emocionante. Es en ese día cuando más claro me queda que “el tiempo vuela” y que tengo cerca un montonazo de gente especial que dedica unos segundos a desearme felicidad. Algunos inclusos se curran un mensaje emotivo. Por eso, de corazón, muchas gracias a los que tecleáis unas palabritas. Estoy emocioná!
Unas de las formas con las que siento que aprovecho mi tiempo plenamente es viajando. A veces he podido unir viaje y amigos o viaje y amor. Os he traído unas fotos de sitios donde he sido realmente feliz:
(si veis que la foto está muy bien hecha o yo muy guapa, es que Emilio es muy buen fotógrafo)
Portugal de mis amores, mar y montaña.
Mis amigas son muy grandes, grandes tamaño catedral. Son guapas, son risueñas, divertidas, interesantes… Son de esas que colocas en una novela y la convierte en “best seller”.
Aquí Helena, María y yo en Sóller, Mallorca. (No os enfadéis las demás, que es que Facebook no me aporta fotos decentes)
Me gusta sonreír. Yo me creo todo eso de que si sonríes tu cerebro capta la señal y estás más feliz. Soy bastante optimista. Bueno, esto uno se lo va haciendo poco a poco. Hago una lectura positiva de todo lo malo. Porque realmente lo malo sería no aprender nada.
Me gustan los perros. Amo a los míos. Ellos son los que nos hacen humanos, nos enseñan nobleza y el bendito arte de dar sin esperar recibir.
Este es mi más sincero amor, Cohete, que me tiene el corazón robao.
En los últimos años he experimentado una especie de conexión con la naturaleza. Todo como muy Avatar, sí. No sé de dónde me viene ni cómo fue el cambio. Pero me gusta, me gusta separarme de todo lo que tiene que ver con la forma de vida que conozco e irme a algún paraje natural que me haga frenar y pensar. Además siempre encuentras tanta belleza.
Monfragüe, esta primavera.
Hacía meses que pensaba en esta fecha y días que pensaba en este post. Y la verdad es que estoy tan feliz, tan de los nervios, que creo que no he dicho nada de lo que quería decir! Me ha quedado una especie de collage inconexo de textos y fotos! Pero esto también soy yo! Me gusta hablar y hablar y hablar, de esto y de lo otro, unir temas, no unirlos…
Sólo quería dejar aquí un pedazo de lo que soy y de lo que me mueve. Dejar constancia de lo afortunada que me siento porque hay quien me quiere desde el 89! Y por los que acabáis de llegar en 2014 gracias a este proyecto, sin habernos visto jamás. Esto es muy grande!
Mi amiga Helena me dijo el otro día que llegaba a los 25 “con novio y empresa, cuánta formalidad!”. Aunque esto es más bien una tiendita de muchos quebraderos de cabeza y doble de alegrías. El caso es que no me había parado a pensarlo. Y es que la vida está tan llena de sorpresas… que da vértigo despertarse cada día! Nada de esto fue planeado porque mi única meta ha sido exprimir el tiempo. Por eso no sé en qué andaré en los 26, pero tengo claro el objetivo: cumplirlos.
Muy felíz 2 de julio a todos. De corazón.